María Piñones en New York

En New York atardecía. Los copos de nieve caían lentamente sobre las aceras.
Una fina capa de hielo cubría las aguas del Hudson.
Frente a los ventanales del piso 27 del número 7 de la séptima avenida Neala escribía en su diario: Tengo ganas de ver a M.P, ojalá pueda venir lo antes posible. Iremos de picnic a Central Park y le podré presentar a Rachel y Stella. 
 

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